lunes, abril 30, 2007

Qué sientes?

Yo no se que siento!

Dime lo que sientes en este momento!

Qué estás pensando?

No esperes respuesta mía, te he dicho que no se lo que siento!

jueves, abril 26, 2007

Fulbito? --- Puede ser.

Hace un mes o un poco más, cuando estaba pensando en dejar de escribir aquí, estaba buscando la forma de hacer deporte, aunque sea una vez por semana. Mis opciones eran varias, pero todas tenían un pero: Gimnasio, es caro, los pagos son mínimo mensuales, así que tendría que ir obligado tanto como pueda para sacarle provecho; Basketball, no conozco a nadie que juegue actualmente; Voley, mis amigos juegan en un club para el que hay que ser socio; Atletismo (lanzamientos) difícil por mi horario; Trotar por las mañanas, cuando pongo mi despertador para salir temprano, lo apago y duermo un ratito más; etc.

Fulbito no, ni se me cruzó por la mente, nunca fue una opción. Nunca me gustó el fútbol, las posibles razones están en el post "Fútbol, no gracias", pero así como los últimos meses mi vida ha ido dando giros inesperados, en distintos aspectos, ahora resulta que hace unas semanas comencé a jugar fulbito. Nunca antes había jugado, al menos que yo recuerde.

Toco ocurrió de casualidad. Mi hermano juega hace años una vez por semana con un grupo de amigos. Un día no eran muy pocos los que podían reunirse, entonces me piden que juegue. Obviamente me negué. Pero después de un rato, pensando que al final podría ir a hacer cualquier cosa a la cancha, total si jugaba mal que me boten.

Nunca me botaron, no porque juegue bien, ni siquiera puedo llevar la bola. La razón para seguir jugando es que al menos estorbo a los contrincantes.

Al terminar de jugar sentí mucha satisfacción, no por el juego, sino porque al menos sentí el cansancio de correr. Obviamente al día siguiente no podía caminar, menos bajar las escaleras. Justamente fue ese cansancio el que me animó a volver la semana siguiente y la siguiente.

Ahora me resulta un tanto divertido jugar. El grupo es bueno conmigo, no me reclaman por mis fallas, que son un montón, y muy de vez en cuando me pasan la pelota. En realidad creo que no me la pasan, y si llega a mis pies es porque se equivocaron. Lo que hago una vez que tengo la pelota es patear fuerte contra el arco, no puedo hacer otra cosa, si intento pasar o llevar la pierdo.

Anoche sucedió algo que no esperaba. En una de esas patadas desesperadas que doy para que no se me acerquen a marcar, meto un gol! El primero de mi vida, el primero al arco contrincante! Fue algo interesante, no pensé que me iba a emocionar, pero si. Ahora pienso tomarle un poco más de importancia y aprender a jugar este deporte que nunca me interesó.

viernes, abril 13, 2007

Semana Santa: El mar

Hace ya unos diez meses, en uno de mis primeros post "El niño y el mar" escribí sobre lo que significa el mar para mí; el por qué siempre que puedo lo visito; que es lo que me hace sentir; y como ha sido parte de mi vida.

La semana pasada iba nuevamente a su encuentro. Sabía que el mar iba a estar molesto estos días. Cuando llegué a verlo en la madrugada del jueves, desde lejos, arriba de los cerros, aún a oscuras, la vista era algo alentadora, no se veía tan bravo como esperaba. Pensaba que iba a ser un buen fin de semana y que nos entenderíamos, que ambos nos escucharíamos y que recordaríamos mucho de lo que hemos vivido juntos.

Traté de hablar con él, como siempre. Comencé recordando cuantas veces recurrí a él para lamentar mis penas, mis decepciones, para aclarar mis dudas, para tomar decisiones. Otras a enamorarme, a festejar o celebrar. Intenté agradecerle por acompañarme tantos años en la lucha contra mis demonios, decirle que en muchas oportunidades su compañía sirvió para tranquilizarme, para poder ver mejor las cosas. Incluso pudo haber sido el quién me salvó la vida en algún momento desesperado, lleno de angustias y temor, deprimido, cuando en algún momento pensé que quería que me abrazara y me llevara con él, pero el no quiso y me devolvió a la playa.

Le conté lo ocurrido en el transcurso de las dos últimas semanas que no lo he visitado, sobre mí, en como han ido mejorando las cosas, que he iniciado una nueva etapa, ahora trato de disfrutar de los placeres que se me presentan y no renegar o quejarme de las pequeñas molestias, y que tengo nuevas amistades, que me han apoyado en esa transición, y que espero que esas amistades maduren y perduren en el tiempo.

Le pregunté si sabía por qué aún cuando siento que soy afortunado, que todo me va bien, que parece que lo tengo todo e incluso cuando pienso que soy muy feliz, rodeado de mucha gente que me quiere, a veces me siento sólo y que me falta algo.


Pero esta vez parece que le hablé al viento, a quién pienso que no le intereso. Esta vez el mar no me escuchaba. No hubo comentarios ni respuestas. Pensaba reclamarle para que se controlara, le decía que admiraba el equilibrio que normalmente mostraba, pero todo había sido en vano, no me escuchaba. Me resigné, tenía que entender que estaba furioso, por eso no me escuchaba. No era conmigo, el viento no dejaba de molestarlo.

El domingo muy temprano cuando desarmábamos el campamento nos empezó a mostrar toda su furia con grandes grandes y violentas olas, que por momentos amenazaba con acercarse más a nosotros, como queriendo que nos vayaramos pronto. El lugar donde armamos el campamento se encontraba a unos 100 metros de él, pero en el momento que lo dejamos esté llegó a sólo unos 20 metros. Es así que lo dejé molesto, preguntándome cuando volveré a verlo y esperando que la próxima esté calmado como para poder hablar con él.

miércoles, abril 11, 2007

Semana Santa: Resumen

He querido postear desde el lunes, pero no he podido, estoy con muchísimo trabajo, sólo he podido conectarme unos cuantos minutos en estos días. Pero no quería dejar pasar más tiempo para escribir sobre mi descanso de la semana pasada. Así que aquí un resumen.

En realidad no hay mucho que contar, porque todo fue dormir, comer, salidas de pesca. No tengo muchas fotos porque el viento no dejaba tomarlas y por otro lado cuando salía de pesca no podía llevar la cámara, por temor a que se caiga el agua.

El viento estuvo fuerte. No podías hacer mucho. Lanzabas y tu plomo era llevado a otro lado, trabándose en las peñas o en el sargazo, por ratos levanta polvo y te entra a los ojos, la arenilla y las piedritas te golpean el cuerpo y sientes como si te picaran.

El mar también estuvo muy bravo. En dos ocasiones fuimos en busca de las corvinas, pero al pararnos sobre las peñas veíamos como se levantaba el agua sobre nosotros y teníamos que agarrarnos de las piedras.

Mi hermano llegó a sacar del mar a una, pero al momento de levantarla hacia la peña, con las olas golpeando incesantemente, rompió el cordel y la perdió. Así es que desistimos, para no arriesgarnos más y regresamos sin ninguna corvina.

Con los lenguados tampoco nos fue bien. Al final entre los cuatro que fuimos a pescar sólo obtuvimos 6 lenguados, de los cuales sólo dos pasaron de 1 kg.

Quienes fueron con nosotros a esta excursión pero no salieron de pesca, no la pasaron tan bien. Se quedaron prácticamente todo el tiempo en el campamento. El viento y el mar no dejaron que fueran a la playa o a las pozas que se forman en las peñas.

Ya postearé las fotos en los siguientes días.

martes, abril 03, 2007

Rumbo Sur

Estos días estoy un tanto ocupado. Tengo mucho por hacer, es por eso que casi no me siento en esta PC, no he visitado muchos blogs amigos estos días, aunque estoy tratando de hacerlo de a poquitos, ponerme al día con ustedes antes de salir el miércoles por la noche rumbo al sur. No al sur que algunos de ustedes se imaginan, me voy a alguna playa del sur.

Me gustaría que siempre, cada vez que tenga tanto que hacer, aquí en el trabajo, y que me sienta cansado, como ahora, tenga el mismo ánimo que ayer, hoy y seguramente mañana. Estoy contando las horas que faltan para salir, falta poco, por eso debo darme prisa por terminar con todo.

Quiero dejar todo ordenado para desaparecer del mapa unos días. Pero no sencillamente esfumarme y dejar muchas cosas para pensar. No quiero llevarme nada en mi cabeza, quiero descansar, dejar de dar vueltas a mi cabeza.
Me iré a un lugar donde nadie pueda ubicarme. Estaré fuera de este mundo unos días. Me voy a un lugar donde no hay señal telefónica, menos Internet, nada de noticias, nada de nada.

Iré a visitar a otro de mis doctores, el que me ha apoyado también muchas veces con mis demonios. Creo que esta vez no voy haré terapia anti-demonios, sólo un reforzamiento, talvez técnicas de relajación. Visitaré al mar.



Parece ser que el mar estará muy movido para estos días, así que no espero una pesca espectacular. No iré en busca de un lenguado, sólo a sentir la brisa, admirar tanta belleza, descansar un poco y a relajarme mucho.


Espero que cada uno de ustedes, a los que puedan, aprovechen estos días, a su manera, para rezar, relajarse, encontrarse a si mismo, dejar a sus demonios, divertirse, embriagarse, etc.

Fotos: Enakam