Objetivo cumplido?

Hace un par de semanas fui sometido a una prueba. Era cumpleaños de mi papá y saldríamos a cenar. Me enteré el mismo día (qué saldríamos a cenar, no que era cumpleaños de mi papá), además iríamos a un restaurante de carnes, lo que más me gusta, no me podía resistir. Así que tuve que cancelar un compromiso.

Esperaba pasarla bien con mi familia. Estaba algo emocionado, era la primera vez que iría a ese lugar, es relativamente nuevo, pero ya me habían hablado de él. Desde la entrada todo excelente. Era un restaurante un tanto lujoso, con mantel y cubiertos completos. Lo menos que esperaba era una buena carne, el término de cocción perfecto, tal vez un buen vino (En estos lugares te cobran el triple por botella) y una atención de primera.

Nos recibieron como es debido, nos acomodaron y tomamos asiento. Tomaron nuestro pedido mientras conversábamos todos muy amenamente. Excelente pensaba yo, uno no tiene la oportunidad de ir a un restaurante de estos así no más, y parece que todos lo estamos disfrutando.

Estaba yo sentado en una cabecera. Cuando llegaron las bebidas, un mozo viene por mi lado y le deja una copa a la persona que estaba a mi izquierda, cuando se disponía a dejar la copa que me correspondía, se le volteó el azafate con la última copa, me baño por completo, todo el pecho y el pantalón.

En otra época, ya me habría parado a gritarle su vida, haciendo sentir al mozo toda su vida, y posiblemente hasta lo habría humillado. Habría hecho un escándalo, reclamado al local por tener gente tan incompetente y habría exigido que laven mi ropa.

Pero sucedió todo lo contrario, no llegué a enfurecerme, pensando en no malograr la velada en la que todos estamos disfrutando hasta el momento y con el deseo que mi papá se sienta feliz de tenernos reunidos para celebrarlo, y también al ver la cara del mozo asustado, respiré profundo, pensé un poco en lo que iba ha hacer o decir. Le dije que no se preocupara, me alcanzaron unas servilletas, pero no sirvieron de mucho, estaba completamente empapado. Le pedí a mi futuro cuñado que me llevara a casa para ducharme y cambiarme.

Mientras me duchaba me puse a pensar en mi comportamiento, en que talvez por dejar a mis demonios me fui al otro extremo, he sido muy condescendiente, por no decir tonto, que igual debería de haber reclamado tal negligencia aunque sea cortésmente.

Al regresar, después de unos veinte minutos, ya todos estaban terminando de cenar. Al meterle el cuchillo a mi carne, me di cuenta que el término de cocción no coincidía con el que había pedido. Normalmente pido que sea tres cuartos, es decir, que aún esté jugosa, pero sin mucha sangre. Pero la que me habían traido estaba sangrando. No quise quejarme, porque todos habían terminado y estaban esperando que yo termine de comer. Comí mi carne, no con el gusto que habría sentido si nada extraordinario hubiera pasado.


Esperaba que la administración venga a pedir una disculpa más formal, invitándome a volver con una cena gratis, un ofrecimiento para lavar mi ropa o por lo menos un descuento en la cuenta de esa noche, pero nunca sucedió más que una disculpa que más creo yo era de compromiso, pero en fin, no tenía ganas de hacer líos.

Pensé que había terminado la noche con una anécdota que contar. Pero al regresar a casa me contaron que mientras me fui a casa a cambiar, los señores del restaurante sacaron mi pedido. Lo más lógico es que si saben que me he salido un momento y por su culpa, deberían mantener mi pedido en cocina para que no enfrie. Mis familiares pidieron que se lo lleven y mantengan calientes mientras tanto.

Y eso no fue todo, me enteré también que el mozo había dicho a los encargados del lugar que había sido mi culpa, que yo me había movido. Por supuesto que mi familia no estuvo de acuerdo con él.

Al escuchar todo eso me dio un poco de cólera, pero después pensé en que seguramente el mozo tuvo que decir eso para salvar su pellejo, lo que no debería preocuparme porque dudo regresar a ese lugar, donde la bañada me costó el doble de lo que normalmente gasto en una cena en otro lugar.

Más tarde, ya acostado me puse a pensar nuevamente en mi reacción, de verdad que estaba muy sorprendido como poco a poco he podido ir controlando mi mala reacción, llevando mis impulsos demoníacos a un estado distinto. Parece ser que este blog ya cumplió su cometido, pero no se si es seguro dejar de escribir y aún así mantener a los demonios alejados.

A veces es difícil escribir, borrar y volver a escribir. Aunque llevo esta afición desde la adolescencia, pero toma algo de tiempo, tiempo que podría utilizar en otras cosas.

Creo que le estoy dando muchas vueltas a mi cabeza, espero no estar perdiendo mucho tiempo pensando. Uno quiere hacer todo, pero no siempre es posible, así que poniendo en la balanza las cosas estoy en un dilema.