martes, mayo 30, 2006

La hora peruana

En el Perú ya muchos hemos tomado como algo natural la impuntualidad. No nos llama la atención que alguien llegue tarde. Sin embargo, me parece una falta de respeto. Pero aquí quién respeta y quién hace respetar, casi se podría decir que todos pueden hacer lo que quieren, de la manera que quieren, cuando quieren.

En ocasiones entiendo que uno debe ser tolerante, total es prácticamente una costumbre generalizada, con la que no estoy de acuerdo, pero como siempre que puedo hacer sólo contra el mundo.

Sucede que me invitaron a un matrimonio. La invitación decía ceremonia religiosa a las 7:00. Así que llegué unos minutos antes. Pero resulta que al llegar la hora, no había nadie en la capilla ni en sus alrededores. Pregunté a un vigilante que se encontraba en la puerta, talvez me había equivocado en la fecha, lugar u hora. Pero no. Sucede que la ceremonia recién se realizaría a las 7:30.

Aunque algo molesto, entendí que en algunos casos los organizadores de estas ceremonias ponen media hora de adelanto (en el colmo de los casos puede ser hasta una hora) para asegurarse que la mayoría de los invitados se encuentren presentes. Pero ocurre que la gran mayoría ya tiene en mente que la hora de la invitación esta adelantada unos treinta minutos, así que al acercarse las 7:30 empezó a llegar la gente.

Al cumplirse la hora, la hora de la ceremonia, no la hora que indicaba el parte, se veían aún muy pocas personas. La gente seguía llegando sin ningún apuro. Cada vez me sentía más impaciente. Con cada minuto que se sumaba sentía que mis demonios se acercaban más. Pensé que quienes me invitaron deberían tener más consideración con los que son puntuales, y que esa buena costumbre no debe ser castigada con una prolongada espera.

Así pasaron otros 15 minutos, eran las 7:45, había esperado cerca de una hora hasta que al fin comenzó la ceremonia. Adiós a mis demonios. Se me pasó la ira al ver a mi amigo, a quién no veía hace un par de años, esperando a la novia en el altar con tanta felicidad reflejada en una gran sonrisa. La razón por la estaba allí era compartir su alegría, no a renegar. Así es que dejé de lado todos los sentimientos negativos para unirme a la celebración. Felicidades Martín.

2 comentarios:

Pilarcita dijo...

Hola,

Gracias por la visita a Ona Moto Japan, no sabia que tambien me habias leido en Ona Moto...

Confieso que siempre fui una típica peruana, llegando tarde a todos lados de lo más fresca, sobretodo cuando era más jóven (aunque no es una excusa). Ahora, con más años encima y sobretodo viviendo en un país donde la puntualidad es muy valorada por los japoneses, puedo decir que he cambiado para bien. Cuando me preguntan si los peruanos somos puntuales, me da muchísima verguenza y pena (por mi país) tener que reconocer que NO LO SOMOS. Pero es tan difícil hacer lo correcto, en este caso ser puntual, cuando toda tu sociedad le resta importancia y hasta llamamos a ese defecto "hora peruana", y peor aún "hora Cabana"...
Mi granito de arena a este problema será enseñarles a mis hijos el valor de la puntualidad y el respeto por los demás, nosotros seremos peruanos muy puntuales!...
Saludos!

Dragón del 96 dijo...

Boda a las 7pm? Dia de semana es comprensible, pues todos chambean hasta las 6pm y una hora es demasiado.

Y a veces estas bodas tb se retrasan por los mismos invitados. Nadie quiere celebrar solo/sola su boda.

Ya sabes.

Slaudos.