Sin excusas

Esta vez no daré una excusa por los días que no he escrito... ¿Por qué escribo sobre las excusas? Una vez por semana nos estamos reuniendo en mi casa con mis primas y tias para practicar conversaciones en inglés. El tema de la semana pasada fue las excusas.

Normalmente nunca he sido de dar excusas y menos mentir por no poder cumplir con algo. No pude y punto, o en todo caso cuando estudiaba, no me dió la gana o simplemente no lo quise hacer, mientras que otros acostumbraban dar excusas de las más imaginativas:

- El perro se comió mi trabajo.
- No se donde mi hermanito escondió la tarea.
- Se acabó la tinta de la impresora.
- La pc se descompuso.
- Le entró un virus a la computadora.
- Se borró el disco duro o diskette.
- Robaron en mi casa y se llevaron el trabajo.
- Se incendió la cocina donde me encontraba haciendo el trabajo.
- Me asaltaron y me quitaron mi mochila con mis útiles.
- Dejé el trabajo en la librería para que lo anillaran y hoy no han abierto.
- Profesor, no dijo que era para hoy. No lo escuché. Pensaba que era para la próxima semana.
- etc.

Pero esto sigue a estas personas hasta el trabajo para faltar, llegar tarde o justificar un error, de vez en cuando suelo escuchar que algún compañero dice:

- Tenía un dolor de cabeza insoportable y fiebre, no se que fue porque hoy me siento bien.
- Estaba con muchos cólicos (Y esta es siempre una excusa de un muchacho al que ya le hemos dicho que si tiene el estómago tan delicado se cuide, y no coma cualquier cosa o en cualquier lugar, pero parece ser que es mentira)
- Falleció el primo de esposa y no había nadie que lo pueda acompañar.
- Tuve que llevar a mi bebita al hospital, porque no dejaba de llorar. (Puede comprenderse, pero todos en el trabajo sabemos que su señora no trabaja y seguramente no la podía llevar por ver su novela)
- No había movilidad (esto normalmente sucede los días de que hay paro de transportistas, pero lo raro es que todos llegan, aunque sea un poquito tarde, pero el que vive más cerca da esta excusa)
- Se me bajo la llanta de auto y no tenía la de repuesto, y como no podía dejar el auto sólo en la calle, me tuve que quedar con él.
- Tenía que hacer un trámite y la cola estaba muy larga y se tardaron mucho en atenderme.
- La pieza ya estaba rota (o en todo caso estaba por romperse) cuando ingresó el vehículo.
- El repuesto es de mala calidad o vino defectuosa de fábrica, por eso no quedo bien el trabajo.
- etc.

Seguramente si tomara más atención a lo que dice la gente cuando suceden estas cosas podría llenar páginas, pero esto es solamente una muestra.