Es increible cómo puede cambiar tu vida, y tu percepción de ella, en tan poco tiempo. Las situaciones positivas vienen unas tras otras, y las negativas las puedes manejar tranquilamente.
Tengo varios post que se quedaron en el tintero, mejor dicho en la pc, y creo que seguirán allí. Otros ni siquiera eso, los tenía en mente y como mi mente es tan traicionera los perdí.
Hace un par de semanas tuve la oportunidad de tomarme un día de descanso, y lo aproveché para ir a la playa. Pero después de tanto tiempo sin darme un respiro, decidí sólo ir a descansar, así que como nunca, no llevé nada para pescar. Pensé que si llevaba mi equipo de pesca, aunque diga que voy a descansar, lo más probable era que me pase todo el día en la playa intento tras intento sin resultados.
El mar estaba muy movido, así que llegando a la playa no me arrepentí por haber dejado mi equipo de pesca en casa. Después de unas horas, me ofrecieron prestarme una caña, carrete, nylon, anzuelos, etc. Es decir, de todo. No pasó mucho tiempo para animarme, aunque mientras armaba mis anzuelos veía que nadie sacaba nada. Hice todo con lentitud, cómo quien no quiero la cosa. Una vez que tenía todo el equipo armado, camino unos 100 metros, y a los segundos siento una fuerte picada. Era un zorro de 2,5 kg. A los minutos, en un nuevo intento saqué un burrito, algo más pequeño.

Ese día quedé satisfecho como pocas veces por el descanso y por el regalo que me dió el mar cuando no lo esperaba.